f. Denominación vulgar que recibe la especie Digitalis purpurea. Nunca…
fraga.
f. Bosque verdadero. Obra de arte original que lleva la firma invisible del azar.
J. Calvo Vázquez ha sugerido este término
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Así son, a mi parecer, los bosques primarios, a los que les hemos dedicado este Clip Natura de 90 segundos, aunque merecerían el infinito.
Hemos elegido de portavoz al precioso trepador azul fotografiado por Luis Ojembarrena, y que siempre suele colocarse, como decía un ornitólogo inglés, en el lado del tronco que no vemos, aunque, en esta ocasión, podéis verlo.
Saludos,
Mónica
¿Qué está pasando en la Naturaleza?
Lo que está pasando es que nos estamos quedando sin bosques primarios,
esos que fueron sembrados sobre la tierra por el impulso vital original.
En España, ya casi no quedan bosques primarios,
se hundieron en los océanos con las flotas,
se fueron al cielo con los incendios,
mientras huían pájaros como este trepador azul que tiene a sus pollos en los troncos de los robles centenarios, en nidos que fueron del pájaro carpintero y que cierra con barro.
Quedan, en todo el mundo, una quinta parte de los bosques primarios que hubo hace ocho mil años, cuando ocupaban casi la mitad de la superficie terrestre.
Como en la fraga, el bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez,
en ellos el eco va
del infinito al infinito.
Los bosques primarios son bosques originales que no salieron de nuestra cuadriculada mano.
Obras de arte que llevan la firma invisible del azar.
Mónica Fernández-Aceytuno
Emisión del martes 20-10-2015 en “La noche
en 24 horas del Canal 24 horas de TVE”
MOLESTA COSTUMBRE DEL TREPADOR AZUL
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 8-3-2004
Decía un ornitólogo inglés que el trepador azul tiene la molesta costumbre de situarse siempre en el lado del tronco que no está frente a tus ojos.
Este pájaro pequeñísimo, azul y gris como el cielo más inmenso, con pico de pájaro carpintero que deja en la madera una media luna, tiene una forma de trepar por el tronco que recuerda a la de las lagartijas, como a impulsos, muy rápidos, cabeza abajo, o cabeza arriba, en horizontal o en vertical. Se ve estos días de invierno en los castaños más viejos, centenarios, llenos de grietas sus cortezas, donde coloca las avellanas o los frutos del tejo o los hayucos, para partirlos. De pronto lo ves y no lo ves, como una hoja azul, que se levanta con el viento, y justo en el castaño de al lado resulta que hay un agateador de colores pardos, al que no le importa que le mires, pero no lo miras, porque tú solo quieres volver a ver el azul. Y te mueres de frío, esperando. Y te hartas de dar la vuelta al árbol, porque el pájaro la da contigo, para que te quedes con su recuerdo, de hoja azul en el viento.
Sabes que está allí mismo, y que de alguna manera te ve, a través del tronco, de la savia, de los siglos.
Entiendo tan bien lo que dices en tu comentario.Que lu sufro a mi alrrededor.
Gracias por compartir tus conocimientos
Gracias a ti por tus comentarios, Adela.
Saludos.