¡Qué día tan azul y tan dorado pasamos en La…
Buenos días
Buenos días desde casa, con el vaho para escribir sobre los cristales.
Dentro de un rato nos vamos de excursión para ver un “teixadal”, un bosque de tejos del que dicen que es el mayor de Europa, y no quiero perdérmelo de ninguna manera, porque los árboles, tan enraizados, a veces se van volando al cielo, con los incendios, y ya jamás los vemos.
¡Hace un día tan bonito! pero ¡qué despacio está entrando la primavera! porque esos cerezos silvestres que se ven por la ventana y que planté para orlar un camino que hace curvas, todavía no tienen ni una flor, como solían tener en marzo.
Pero es que ayer me dijeron mis vecinos que, aunque con sol, ha hecho mucho frío, y hay flores muy frioleras, que prefieren quedarse abrigadas dentro de las yemas, hasta que la luz las empuja a salir sin remedio.
Espero traeros muchas fotos de los tejos y contaros las cosas que veamos durante este día que huele a hierba nueva.
Un fuerte abrazo para todos,
Mónica