Como por un tobogán, las gotas de agua sobre la hierba dicen: mi turno para caer a la tierra.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Sólo cuando la trompeta ha sonado y se callan las voces de los ojeadores, cuando cesa la traca de disparos y ya no parecen quemarse las encinas con el ruido de los plomos cayendo sobre las hojas. Cuando ya sólo se oye el aleteo de alguna perdiz afortunada, cuando el monte vuelve a su ser y a sus sonidos, tras el paso de los perros queriendo cobrar la pieza, sólo entonces, bajan del cielo dando vueltas los buitres.
Tienen esa paciencia del que sabe que la muerte siempre llega, que la vida siempre acaba, pero no hay nada de siniestro en ellos. Tal vez porque son grandiosos, cinco, seis buitres, blancos y negros, contra el cielo soleado, limpio y azul. Los tenía por buena señal Hércules.
“Porque de todos los animales es el menos dañino, no tocando nada de lo que los hombres siembran, plantan o apacientan, y alimentándose sólo de cuerpos muertos, porque se dice que no mata ni aún ofende a nada que tiene aliento…cuenta Herodoto Póntico, según recoge Bernis en las Vidas paralelas de Plutarco. Desprecian hasta la perdiz herida. Y al observarlos dar vueltas en el cielo, se sabe que se está viendo algo antiguo, y a la vez evolucionado, al no matar, ni querer nada que tenga vida.
INOFENSIVOS BUITRES
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 2-2-2004
Fondo de Artículos de
la Naturaleza de
www.aceytuno.com
FOTO: Buitre Leonado (Gyps fulvus</i>)
AUTOR:Luis Ojembarrena
Gracias a todos por vuestra participación en esta página de divulgación de la Naturaleza y por vuestros comentarios en mi blog de ABC.es.
Y un fuerte abrazo a todos los afectados por los incendios de Málaga,
Mónica Fernández-Aceytuno
9:37 del sábado 1-9-2012