Me encanta volverme a encontrar con los pájaros como este hornero en la isla ecuatoriana de Santay, cuyo nido, como horno de pan, había observado en Uruguay hace unos años.
Como si hubiera sumergido en sus aguas un bosque de encinas y de cipreses, ese mismo verde de sus ramas, verde seco, el que tiene el agua del Tajo al rodear Toledo.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para analizar su navegación y ofrecerle un servicio más personalizado y publicidad acorde a sus intereses. Continuar navegando implica la aceptación de nuestra Política de CookiesCerrar aviso