Mi libro, recién nacido. Un fuerte abrazo para todos, Mónica
Cerna
La foto no es muy bonita pero es de hoy mismo y he querido ponerla porque está enlazada a una palabra que he aprendido mientras Sergio, el carpintero, me explicaba esta mañana sobre este tronco de cerezo qué era la cerna, y qué la albura.
Cómo muchos de vosotros sabréis, la cerna, también llamada cerne, es la parte que aprovechan los carpinteros para la ebanistería y fijaoos en la foto, la cerna es el círculo más blanco del centro, que al ser de madera de cerezo, se volverá rojo, aunque ahora sea más claro que la albura, que es lo que después se torna blanco, y que es ese otro círculo, pegado al tronco, más grande ahora mismo que la cerna, y que luego se volverá blanco.
Harían falta 50 años para que un cerezo tuviera una cerna que pudiera dar un mueble.
Como las palabras me encantan, me he puesto manos a la obra para guardar este término, que es como el tesoro, dentro de un círculo, de un árbol, su corazón, su madera, su color, su vida toda: la cerna.
Un fuerte abrazo para todos,
Mónica