Con un vuelvepiedras buscando un mundo bajo las cosas, buenos…
CODORNICES
ACTUALIDAD NATURAL
MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO
ABC, Lunes 2-5-2004
LOS SEMBRADOS CANTAN
Cuando el labrador abre el surco para sembrar la tierra con cereal o con hierba que dará de comer al ganado, jamás piensa en las codornices que también está sembrando.
El frío que viene haciendo estos días puede que haya retrasado en algunas zonas su llegada, pero no porque el frío impida su vuelo, que una codorniz incluso cruza el mar a oscuras, sino porque el frío ralentiza el crecimiento de los sembrados. No es tanto el grano lo que busca la codorniz, sino la cobertura, la protección de las zonas herbáceas no muy altas, para que no se la vea desde el aire. El macho, nada más llegar, al amanecer, hace su canto de anuncio, y así se podría decir que los sembrados no sólo espigan y dan cosechas sino que también cantan. Asegura el doctor Puig-Cerver que se trata de un canto de anuncio y que sólo cantan los machos desapareados, un canto que, ya lo recoge Bernis, se convierte en oraciones verbales entre los campesinos, como el “buen-pan-hay”, “buen-pan-hay”, que a mí me suena a “me-nos-mal”, “me-nos-mal”, que otro año hay labradores y hay sembrados y hay canto de codornices.
En Marruecos no siembran los años de sequía y entonces los campos sin el surco abierto, sin la verde cobertura, sin el canto de las codornices, se vuelven desiertos de silencio.
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