Comienzo

Comienzo

A pesar del final, publiqué el sábado en ABC el primer capítulo de la narración de mi vida en una aldea gallega.

Lo podéis leer hoy también aquí.

Acabo de escribir el segundo capítulo, titulado La casa.

Un fuerte abrazo para todos,

Mónica Fernández-Aceytuno

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La tierra

Era un día verde y azul, lleno de horizonte. Puede que fuera eso lo que compramos, el horizonte, los montes verdes, haciendo una línea sobre el azul de la tarde de verano. La tía Elvira lo sabía. Aquello se vendía solo. No le compramos la tierra sino el cielo de ese día. Y la luz. Es curioso. No ha variado la luz en veinte años, aunque haya observado mil luces distintas. Los árboles han crecido, yo he envejecido, mi escritura está cansada, pero la luz aparece con la misma decisión cada día tras el monte del Gato. Era un día verde y azul, lleno de horizonte. Yo tenía el pelo negro y la piel clara, tan blanca como cuando de niña mi madre me pellizcaba las mejillas. Salía colorete de sus manos, rojo como el sol de aquella tarde. Una garza pasó volando. Compramos la finca. Dio la Tierra varias vueltas alrededor del Sol antes de que otra garza, mientras tendía la ropa, pasara volando.

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Capítulo 1. La tierra.

Capítulo 1. La tierra.

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