Naturaleza

Me he despertado pensando qué poco se utiliza la palabra Naturaleza, ¡cuánto menos se oye que “medio ambiente”!

Mañana, día 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, este año con un lema que me ha llamado la atención: Go Wild for Life, y que han traducido por Vuélvete salvaje por la vida.

No aparece la palabra Naturaleza, pero al menos se habla de la vida, no sólo del medio físico.

Naturaleza es una palabra que suelo escribir con mayúscula, como hacía el ecólogo Ramón Margalef, porque para mí la Naturaleza es el nombre propio de algo inabarcable.

Ni siquiera en el pequeño recinto que rodea mi casa, soy capaz de comprender todo lo que veo y que observo un año y otro y que no me cansa porque siempre es igual y siempre es distinto.

Las tardes de junio, además, desde esta cresta de luz en la que estamos, parecen hechas para observarlo todo como si atalayáramos desde los días más largos del año.

Me limito a mirar cómo vuelan las golondrinas sobre la hierba recién segada, o a preguntarme cómo es posible que no habiendo otra fuente cerca, hayan llegado hasta mi alberca los tritones.

Tantas cosas que no llego a comprender no ya del medio ambiente, sino de la Naturaleza, en la que he dejado no sé si la vida, pero al menos sí la mirada.

Un fuerte abrazo para todos,

Mónica

Brinzales de hayas y de abedules que me regalaron para plantar en casa en el Vivero Borrazás y que aún no he decido dónde ponerlos. ¡Qué decisión! Al no moverse después del sitio elegido, quizás, con suerte, ¡en siglos!