A los conejos les encantan las calabazas pero siempre que estén maduras.
Joaquín
Joaquín
Otro erizo, esta vez una cría, que he tenido que salvar de mis perros y que tendré que dar a algún vecino para que se lo lleve donde no lo encuentren otra vez.
Es una cría, con un oído tan fino, que cada vez que iba a sacarle una foto, si salía el flash, solo por el ruido, daba un respingo.
Lo que más me llama la atención, ya lo he escrito, son sus larguísimos dedos con sus también largas uñas que en esta foto se ven junto al hocico.
No entiendo por qué este año hay tantos, o cómo es posible que, siendo nocturnos, los encuentren mis perros también en pleno día.
Mónica