m. Chotacabras o engañapastores (Caprimulgus spsp.). Ave críptica más bien…
espliego.
m. Lavandula angustifolia. También puede referirse a Lavandula lanata, o a Lavandula latifolia.
Para buscar al sol, el espliego apunta a todas las estrellas
del cielo. Más que una mata, es un ramo abierto, de tallos
cuadrangulares que se colocan haciendo la mitad de una
esfera, como un hemisferio del mundo. Podría confundirse
con el cantueso, pero el espliego no tiene esas brácteas coloreadas
en lo alto de la cabeza de la inflorescencia, pero sí
tantas flores que, en los cultivos, donde los tractores trazaron
surcos, renglones sobre la hoja en blanco que es la tierra,
no hay imagen más llamativa que esas líneas malvas
de los espliegos o lavandas plenamente florecidos para obtener
una esencia que, mucho antes que nosotros, apreciaron
los insectos que las frecuentan, desde el abejorro de las
piedras, a la mariposa esfinge colibrí que, sin moverse del
sitio, y a la vez volando, liba los espliegos desenrollando
una espiritrompa. Todo esto ocurre en verano, a pleno sol,
que de noche son las luciérnagas las que salen de debajo
de las piedras, para hacer señales de luz bajo el espliego
desplegado y las estrellas.
Mónica Fernández-Aceytuno
“El viaje del agua”
Mónica Fernández-Aceytuno
Nombres vernáculos del táxon Lavandula angustifolia subsp. pyrenaica
Castellano: banda, espícol, espiégol, espigo, espigó, espígola, espigoleta, espigolina, espliego, espliego fino, lavanda hembra, lavándula, pániol, póliol.
Catalán: barballó, espígol femella, espígol mascle, espígol ver.
Euskera: belarrtxeta, belatxeta, belharrxut, espika, ispiau, izplitu.
Castroviejo, S. (coord. gen.). 1986-2012. Flora iberica 1-8, 10-15, 17-18, 21. Real Jardín Botánico, CSIC, Madrid.