Mi sorpresa fue mayúscula al encontrarme con cuatro pajarillos recién nacidos que en cuanto sintieron mi presencia abrieron sus enormes bocas en espera de que yo saciara su hambre.
Joaquín
Joaquín
Aún compartiendo la misma agua del río Tiétar, donde se vuelve espejismo y espejo del cielo, las cigueñas salieron volando desordenadas y silenciosas hacia el Este, y las grullas hacia el Oeste, en orden y concierto de letras.
Que pasen un feliz día,
Mónica Fernández-Aceytuno
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