Dos veces en mi vida de pajarero, he tenido la gran suerte, y les aseguro que es verdaderamente una suerte, ver cazar a un gavilán.

Juan Carlos Delgado Expósito

Dos veces en mi vida de pajarero, he tenido la gran suerte, y les aseguro que es verdaderamente una suerte, ver cazar a un gavilán.

Juan Carlos Delgado Expósito

EL GAVILÁN

“La actitud del gavilán está llena de gracia y vivacidad; su expresión denota enorme curiosidad e inteligencia. Y es valiente y temerario…”

Así describía el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, al gavilán (Accipiter nisus) .

El que se ve en la fotografía me lo entregaron, herido en su ala izquierda, con el hueso seccionado, aún no se si por un disparo o por el enganche en una alambrada de espinos, de la que aún proliferan por nuestros campos. El ave será entregada a un centro de recuperación y veremos qué pasa.

Son los gavilanes especialistas en cazar aves pequeñas, tipo mirlos, zorzales, carboneros y otras avecillas que se mueven por las zonas boscosas donde, también nidifica la rapaz. En definitiva su dieta es ornitófaga, como la denominan los expertos.

Dos veces en mi vida de pajarero, he tenido la gran suerte, y les aseguro que es verdaderamente una suerte, ver cazar a un gavilán, no es fácil, en mi caso han sido lances que observé casualmente. Y les aseguro que apenas da tiempo a ver la persecución de la rapaz sobre su presa.

En la Baja Extremadura faltan trabajos de campo sobre la especie, para conocerla mejor. El ave es sedentaria, aunque su número puede aumentar debido a la llegada de aves procedentes del Norte de Europa. Este ejemplar encontrado ahora, podría ser un ave de paso o posiblemente un ave sedentaria. En la zona donde se encontró está formada de huertas, olivares y dehesas muy cercanas a la población, escasamente un kilómetro.

No es la primera vez que aparece un gavilán herido en Fregenal de la Sierra, en Diciembre de 1999, aparece un ejemplar muerto a tiros en una dehesa cercana a la población, aproximadamente por esas fechas también en la población de Bodonal de la Sierra, un ejemplar es encontrado herido por tiros de escopeta.

Es de esperar que esta bella rapaz, no siga desapareciendo de nuestros campos, ni a manos de escopeteros sin escrúpulos, ni enganchadas en alambradas, ni envenenadas, ni por falta de bosques, pero sobre todo, y es lo más importante, por falta de educación y sensibilidad hacia cualquier especie.

Juan Carlos Delgado Expósito