El incendio baja al suelo, como si agachara la cabeza, al llegar a la fraga.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Buenas. Hasta hace un minuto he estado oyendo a los mirlos bajo la lluvia. No creo que haya pájaros que les guste más el agua, pues mientras otros se callan y se refugian, los mirlos, con el anillo orbicular tan dorado como estos líquenes dorados del olivo, parecen salir a celebrar,cantando, que está lloviendo.
Se oía a la vez por la ventana abierta el ruido repetitivo de las gotas de lluvia sobre las hojas de las hortensias, como si también la planta estuviera hecha para detener en seco, el agua del cielo, antes de caer a la tierra.
Que pasen un buen día,
Mónica Fernández-Aceytuno
P.S. La foto de los líquenes sobre el olivo pertenece a la serie que nos ha enviado Pilar López sobre lo que vio este fin de semana.GRACIAS.
También agradecemos a Leopoldo de Castellví Kahn su clara explicación para imaginar las hectáreas:
LAS HECTÁREAS, POR LEOPOLDO DE CASTELLVÍ KAHN
Y más sobre los líquenes: