La lluvia se hizo esperar pero por fin llegó. Está cayendo mansamente, vistiendo los campos de un precioso color verde.
Joaquín
Joaquín
Aunque en movimiento, se aprecia cómo se agarra a la fibra blanca el gorgojo, contra el viento, con esas patas que parecen tener ventosas y garfios al mismo tiempo.
Es una de las plagas más temidas, y estos días está el puerto lleno y cuando zarpas los llevas a bordo por decenas, dispuesto los gorgojos a ir a cualquier lugar del mundo.
También se les ve llegar volando, por el mar, para posarse en la bañera o en las regalas del barco, como si hubieran encontrado una isla movimiento.
Desconozco esta especie, pero recuerda muchísimo al gorgojo de las bellotas Curculio glandium, el cual hace unos agujeros perfectos en las bellotas, y que vimos sobre ellas aquí hace unos días, con una trompa taladradora que, pinchando sobre esta fotografía, se aprecia en color negro, como una prolongación de su boca.
****