Existe gran preocupación por los daños que hayan podido producir las heladas del pasado fin de semana.
Joaquín
Joaquín
Al principio pensé en ratas pero el año pasado descubrimos en las proximidades un nido de lirones caretos.
Por Joaquín
LIRONES CARETOS
Hace unos veinte años en un olivar de la muy poco conocida, pero preciosa, Sierra Sur de Sevilla, nació un algarrobo de ricia, como decimos por aquí, o ventureiro como los llamais en Galicia. No hay algarrobos a menos de un kilómetro así que su semilla fue trasladada por un ave de largo vuelo, quizás un zorzal. Andando el tiempo vimos que era un ejemplar macho. Como me gusta la biodiversidad, no arranqué el algarrobo que se desarrolló con gran vigor, creciendo por encima de los olivos del entorno, unos años más viejos. Hace un par de años empezaron a secarse sus ramas. No se trataba de ninguna enfermedad sino de corteza roída. Le corté las ramas secas pero enseguida aparecieron nuevas ramas con los mismos síntomas. Al principio pensé en ratas pero el año pasado descubrimos en las proximidades un nido de lirones caretos. Creo que son estos simpáticos roedores los que se están cargando el algarrobo. Pensé en cortarlo pero cambié de idea pues mientras esté vivo la colonia de lirones no atacará los olivos. De vez en cuando encuentro un nido con un par de caretos, supongo que una pareja, en la cruz de un olivo. Me encanta verlos dormiditos. Espero poder enviarte pronto alguna foto.
Ayer me acerqué con parte de mis nietos hasta el algarrobo para darles una pequeña lección sobre medio ambiente. No encontramos ningun nido de roedores pese a que hay daños muy recientes, como puedes comprobar en la segunda foto en la que se ve una rama con sus hojas mustias pero todavía verdes.
Y ahora una curiosidad: la semilla del algarrobo, su peso, fue tomada como referencia para medir las piedras preciosas. De su nombre árabe, “querat”, derivó el término “quilate”.
Un abrazo. Joaquín