Entre el pasto todavía demasiado seco del encinar, han nacido las primeras campanillas de invierno, tímidas y frágiles.

Entre el pasto todavía demasiado seco del encinar, han nacido las primeras campanillas de invierno, tímidas y frágiles. Son tan delicadas estas flores, que se mueven sólo con que sople una leve brisa.

Pilar López

CAZADORES ALADOS

Paseando entre las encinas, he podido observar cómo la hierba ha empezado a brotar gracias a las lluvias de los últimos días. También han nacido los primeros boletos y otras setas de otoño.

Tuve la suerte de contemplar cómo, delante de mis ojos, una avispa cazaba una mosca bajo las ramas de una encina. Ambas cayeron al suelo y estuvieron unos segundos forcejeando, la avispa para reducir a la mosca y la mosca para liberarse de la avispa. Al final, la avispa se llevó a la mosca por los aires y supongo que daría buena cuenta de ella en algún sitio más tranquilo. Grabé una secuencia de ambas en plena lucha por la supervivencia.

También grabé con el video de la cámara otra bonita secuencia de una hormiga acarreando una semilla de jara casi tan grande como ella. Es curioso ver cómo la hormiga tira con todas sus fuerzas de la semilla, que se engancha entre las ramitas del pasto, pero al final consigue salir de todas las dificultades y llevársela hacia el hormiguero. Están ahora las hormigas apuradas, tratando de llevarse todo lo necesario para pasar el duro invierno, que no tardará en llegar.

Entre el pasto todavía demasiado seco del encinar, han nacido las primeras campanillas de invierno, tímidas y frágiles. Son tan delicadas estas flores, que se mueven sólo con que sople una leve brisa.

La vida se releva y se renueva.

P.D.: creo que la oruga de la foto que envía Blas es la de la mariposa nocturna llamada esfinge mayor de la vid, pero no estoy segura.

Un cordial saludo.

Pilar López.