Llegamos al atardecer bajo una nube de canasteras y abejarucos.
MF-A
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Carta de Joaquín:
Mientras estos días habéis estado en casi toda España con diversas alertas meteorológicas, aquí, en Sevilla, seguimos esperando las lluvias otoñales. Aunque esta misma situación se produjo a principios de los cuarenta, no recuerdo ninguna situación parecida en mi ya larga historia de agricultor.
Te adjunto una fotografía de ayer martes 10 de noviembre. Como ya ha llegado el momento, es preciso sembrar los cereales de invierno y lo estamos haciendo en seco, en medio de una gran nube de polvo, en la confianza de que pronto esta nube sea sustituída por la que nos traiga las necesarias lluvias otoñales. Si la siembra supone siempre una manifestación de esperanza, este año los agricultores estamos iniciando la campaña con más incertidumbres que las habituales pues además de estar pendientes de las previsiones meteorológicas lo estamos también de los mercados de futuros esperando que su evolución nos permita obtener una justa retribución a nuestro esfuerzo. Confío más en el cielo que en la especulación y me temo muy mucho que la agricultura europea, y la española en particular, no sean capaces de satisfacer las demandas de la sociedad pues no se puede exigir a los agricultores que sigamos trabajando en pérdidas. La agricultura, además de una forma preciosa de vivir, es también un medio de vida.
Un abrazo fuerte. Joaquín