La última vez que estuve en el Instituto de Investigaciones Agrarias de Bersheva, en pleno desierto del Negev, me contaron que estaban intentando domesticar la chumbera para convertirla en un frutal convencional.
Joaquín
Joaquín
Esta mañana (N.de la R.:por el 3-2-2010) los chinches de campo que mis nietos llaman “los de los escudos de los indios” habían salido de sus refugios invernales -las grietas de la corteza de este olivo- y empezaban a hacer vida al aire libre. No sé de qué se alimentan. Para los olivos, que albergan multitud de colonias de estas chinches, no son, en absoluto, ninguna plaga.
Un abrazo. Joaquín