Hace ya muchos años me decía el guarda de una finca de reses de la Sierra de Andújar que estábamos en una luna "lloveora".
El suelo de esta dehesa es pura piedra. Y muy caliza.
El suelo de esta dehesa es pura piedra. Y muy caliza. Huele divinamente pues hay, como en todos los terrenos poco fértiles, gran cantidad de labiadas. Ahora, cuando ya se vislumbra el fin del invierno, el colorido es variadísimo. Para dar fe te adjunto las fotos de unos iris que, literalmente, han nacido de las piedras.
Un abrazo. Joaquín