Ha surgido de un instante ocurrido en los mares del Atlántico Norte, en tierras escocesas.
F.J.Hernández
F.J.Hernández
Hoy en ABC:
Empujados por las borrascas que entran por el sur, están llegando al norte grandes bandadas de jilgueros que se posan como notas en los castaños, bisbiseando una música de ascensor, mientras esperan para volver a que escampe.
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Nunca había visto por aquí tantos jilgueros.
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Buen día.
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JILGUEROS EN LOS CIPRESES
En Murcia, en los cipreses del jardín botánico del Parque Natural El Valle, han anidado los jilgueros. Sancho, en el Quijote (segunda parte), los llama silgueros, palabra probablemente derivada de sirgo, que es un paño de seda de muchos colores, por los tonos rojos, blancos, amarillos, negros que tiene este pájaro que hemos visto menos en libertad y más en la jaula.
Cuando anida en el ciprés, elige el final de la rama y lo alto de la copa, donde hace un nido que ata con sedales de telas de araña, y que viste por dentro con plumón, musgo y crines. Cuatro o cinco pollos grises nacen en cada nido del ciprés. Suelen anidar dos veces, y se esperan unos a otros para volar todos juntos por los terrenos baldíos, haciendo acrobacias al extraer a los cardos su semilla, y de ahí el nombre científico de los jilgueros: Carduelis carduelis.
Aunque el jilguero, más que volar, danza y canta a la vez su propia música, la deja caer como una lluvia sin agua sobre los campos agostados, que se alegran cuando pasan los jilgueros con sus colores de sirgo.
Nacen en los cipreses. Y todavía hay quien dice que estos árboles son tristes.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC,12-7-2004
Fondo de Artículos
de la Naturaleza de
www.aceytuno.com