9:39 h Buenos días un poco más tarde que otros días. La corriente de esta casa, es como una cordillera, con sus cimas y sus valles cuando encienden a primera hora las ordeñadoras, y se beben también la luz y el wifi y la conexión telefónica.

9:41h Ayer por la tarde, mientras estudiaba en la galería sobre las cartas naúticas el examen del P.E.R. del que me examino el día cuatro de abril, levanté un momento la cabeza de los problemas de navegación y me pareció ver algo posado en un roble del fondo de la finca, que es lo suficientemente pequeña como para dejarme ver las cosas de lejos.

Ya con los prismáticos, pude ver que se trataba de un pájaro carpintero, de los que tienen verde limón en las plumas y amarillo y rojo y negro, y un pico muy largo con una lengua que es como una serpiente a la que se pegan las hormigas que busca casi siempre en el suelo. Pero esta vez estaba en un árbol. También se apoya en vertical de vez en cuando sobre la cerca de castaño, pero no tanto tiempo. ¿Estará haciendo un nido, barrenando un agujero, en el tronco del roble que planté hace años? Si así fuera, el árbol cultivado sería al fín silvestre.

Feliz día y hasta mañana,

Mónica Fernández-Aceytuno

P.S. También las prímulas que se ven en la fotografía de portada de hoy, enviada por un amabilísimo lector, son silvestres. Como se aprecia al ampliar la foto, se ve que no tiene nada que ver con las prímulas que florecen cultivadas en las floristerías, de colores más chillones. Y esta prímula- Primula vulgaris-, o primavera o prímula sin tallo, que parece más frágil que ellas es, en realidad, mucho más fuerte, pues si se raptan del campo y se plantan de nuevo, se ve que dispersa sus semillas y nacen al año siguiente por los caminos y hasta en los cortados de tierra más duros, donde sólo el musgo y estas prímulas, dan vida a la tierra.

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