Libélula emergiendo de su ninfa.
Juan Carlos Delgado Expósito
Juan Carlos Delgado Expósito
Horace Walpole acuñó en 1754 el término serendipity. En español serendipia o chiripa, para designar los aciertos, que debidos a una cadena de casualidades, hacía que los príncipes de Serendip (Ceilán o Sri-lanka) salieran siempre triunfantes de los problemas en los que se veían envueltos durante el viaje que emprenden en búsqueda del honor y la gloria. Estos príncipes salen de un cuento tradicional persa, que se remonta a muchos siglos antes que Walpole.
En resumen, el cuento narra cómo tres príncipes de Serendip -del árabe Ceylán , la tierra de las especias, del clavo y la canela, que siempre ha generado tantas ensoñaciones, entre otros en Cristóbal Colón, quien pensó encontrarla y se topó con América-. Como decía, los príncipes deciden hacer un viaje para ganar honor y gloria (no dinero, ya que se supone que siendo príncipes lo tendrían en abundancia, o quizá era de mal gusto hablar de dinero en aquella época, vaya Ud. a saber) y deciden hacer el viaje no como príncipes, sino como personas comunes. De esta manera les sería más fácil conseguir lo que perseguían: la fama y el honor. Viajando así descubrieron muchas más dificultades, pero también encontraron cosas buenas de una manera inesperada. Cuando volvieron a su país, después de años en ese viaje, decidieron dar al mundo una nueva palabra para denominar lo que habían hallado y decidieron llamar serendipia a esa situación, cuando descubres cosas buenas de una manera fortuita, sin buscarlas.
Quizá se refería a esto mi escritora americana favorita cuando dijo que si les enseñas a la gente una palabra nueva, se creen que existe una cosa nueva.
La serendipia o chiripa es un método frecuente en los descubrimientos científicos, el ejemplo más conocido es el de Fleming al descubrir la penicilina, cuando olvidó una placa de cultivo con bacterias encima de una mesa y cuando volvió a verla se dio cuenta que unos hongos habían crecido también junto con las bacterias, pero que alrededor de alguno de los hongos, no crecía nada. Descubrió la penicilina por chiripa. Esto ocurre hoy día también a veces, aunque lo más normal es que haga falta también una buena cantidad de paciencia, de cálculos, de repeticiones de los mismos experimentos y de algo más?. para hacer un descubrimiento. A ese “algo más” es a lo que se llama serendipia. Se podría llamar también intuición, porque en realidad no es un pensamiento lógico deducible a partir de algo anterior, ya que entonces no sería algo nuevo, un descubrimiento nuevo.
¿Es posible que el avance científico se haga por intuición? Estamos acostumbrados a que nos deslumbren bellos y trabajadísimos documentales contando tal o cual adelanto sin igual, debido siempre al método científico. Dicho método no cuenta con la intuición humana para nada. Se suele explicar que el método científico es un método racional, porque somete todo el proceso de búsqueda ( y hallazgo) a un esquema.
Lo importante es darse cuenta de que las invenciones o adelantos científicos son producto del hombre, y que la persona ha utilizado la intuición, una forma de pensamiento, para su propio enriquecimiento. Otra cosa es que la materia en la que se trabaje sea inmoral o ataque directamente a la dignidad humana. Esto último no es ciencia porque no es humano.
Por José Manuel Guerra Sanz