“Hizo Sancho lo que se le mandaba, y, viendo uno de los cabreros la herida, le dijo que no tuviese pena, que él pondría remedio con que fácilmente se sanase. Y tomando algunas hojas de romero, de mucho que por allí había, las mascó y las mezcló con un poco de sal, y aplicándoselas a la oreja, se la vendó muy bien, asegurándole que no había menester otra medicina, y así fue la verdad.”
Al final del capítulo XI, del Quijote, titulado De lo que le sucedió a Don Quijote con unos
cabreros, esto es lo que se dice del romero, cuando Alonso Quijano le pide a su escudero que le busque remedio para la herida que tiene en la oreja causada por otra de sus locuras quijotescas.
Les diré yo que el romero es una planta que florece todo el año, ahora mismo se pueden encontrar multitud de plantas de romero florecido, a pesar del frío. Es una planta que suele formar parte de los matorrales en zonas soleadas, especialmente. Es buena planta para utilizarla en jardinería para hacer setos, borduras o en conjunto con otras plantas.
Desde el punto de vista medicinal es muy interesante, posee acciones digestivas, es astringente, antiséptica, carminativa, diurética, favorece la sudoración y el flujo de la bilis, también tiene propiedades antidepresivas. Las partes aéreas de la planta son muy útiles para calmar el dolor de cabeza, mediante la aplicación de paños calientes empapados en la infusión.
Las infusiones también son muy beneficiosas para el catarro, la gripe, los dolores reumáticos, y la indigestión, asimismo es una bebida estimulante contra la fatiga. Los paños humedecidos en la infusión son mano de santo contra las torceduras, y si se aclara el pelo con ella nos librará de la caspa.
El gran naturalista Linneo decía del romero que:
“Crece en España tan abundante, que los navegantes antes de ver tierra, perciben su olor”
En el Herbario de Banckes, del año 1525 se decía de esta planta lo que sigue a continuación:
“Si estás débil cuece las hojas en agua limpia y báñate con ella y quedarás resplandeciente, si las hueles a menudo te conservarás joven.”
Así que ya saben si quieren conservarse jóvenes, huelan el romero.
Juan Carlos Delgado Expósito