El ombligo de Venus (Umbilicus pendulinus) que fotografié sobre la pared del campanario, crece aquí sobre el musgo de un ameneiro a la orilla del río.
MF-A
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Las escaleras del acantilado que suben a la ermita de Santa Comba, están derrumbadas. Y arrancada la barandilla.
Bajo el sol, se veía el océano a lo lejos, por la bajamar, y las olas inocentes y tranquilas, como diciendo: “Nosotras no hemos sido”.
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Gracias por participar en este lugar de la Naturaleza,
Mónica Fernández-Aceytuno
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M.F.-Aceytuno