Mi artículo de ayer en el ABC de papel.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Querida Mónica:
En tus cuarenta palabras en el ABC dices algo con lo que estoy totalmente de acuerdo: “Las plantas, esas chismosas, cuentan antes que nadie la ruina de una casa”. Las plantas se chivan no sólo de lo que pasa en los jardines sino que nos hablan con gran claridad de todo lo que sucede en el campo. Los agricultores tienen que estar atentísimos a lo que sus cultivos le dicen. Mi amigo Paco, un buen algodonero, suele decir que al algodón le gusta que se le preste atención. El libro del campo se lee con los pies, pisándolo, o, a lo sumo, si se trata de un olivar, desde lo alto de un caballo.
Tu frase me ha recordado la de un catedrático de la Universidad de Granada, el Dr. Valle Tendero quien, hablando de los jaramagos, verdaderos chivatos ecológicos, dice que “su presencia masiva denuncia campos baldíos, jardines descuidados, solares recién recalificados o dispuestos a serlo que esperan la lluvia de cemento”. La proliferación de jaramagos o de cualquier otra especie espontánea, nos dice más cosas. Las inversiones de flora, es decir, la modificación de las cubiertas vegetales provocada por un cambio notable de las especies espontáneas, puede deberse a causas naturales o a las prácticas de cultivo, especialmente al uso de herbicidas.
La foto corresponde a una pradera con un drenaje pobre. Las abundantes lluvias de este invierno han causado una subida importante del nivel freático lo que ha provocado que sólo vegeten margaritas inutilizando la pradera para el pastoreo.
Un abrazo. Joaquín
Joaquín