Para no perder la vista, podé los cerezos como los ficus de Noto, en Sicilia.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Esta mañana, de pura casualidad y sobre las lavandas, he visto por vez primera a esta esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum L.)
Las alas anteriores, que son de color pardo, desaparecen en la foto por la velocidad a la que las bate para cernirse, pero se aprecia el anaranjado de las alas posteriores y, claramente, arrollada en espiral, la espirotrompa, que es una de las más largas del mundo de los insectos.
Llama la atención el abdomen ensanchado blanco y negro que tiene el aspecto de una cola de langosta en miniatura y que le permite controlar el vuelo.
La verdad es que hipnotiza ver cómo vuela.
Desde la sombra de la parra de mi casa, gracias a todos por participar en este lugar de la Naturaleza,
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno