Así de tranquilo fue el atardecer ayer mientras llegaba al otro lado del océano, el huracán Irene.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Recuperamos esta pregunta que un día nos hicimos.
La preciosa imagen que la ilustra fue enviada a esta página desde Buceo La Herradura, en Granada, por Luis Pellejero. Gracias por participar.
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¿POR QUÉ TOMA EL SOL EL PEZ LUNA?
En la cala granadina de punta de la Mona, a veinte metros de profundidad, nadaban ayer, abrigados del viento de poniente que entró por la mañana y bajo un cielo nublado, seis peces luna. Parecían, al nadar, cernícalos en el aire, peces que nadan y no avanzan, sujetos en los brazos del agua.
Según Esteban Wiaggio, monitor de submarinismo, las bandadas de peces luna, si están inmersas, miran siempre hacia arriba, hacia la superficie, como un labrador que estuviera pendiente del cielo, de las nubes y de los claros. Cuando sale el sol, ascienden y se tumban en el agua y, entonces, más que peces, parecen
tableros de mesa camilla flotando a la deriva, grandes discos de un metro de diámetro, o más. Las aletas, si de verdad este pez fuera el disco de la luna, las tiene una hacia el norte y otra hacia el sur, y al nadar cerca de la superficie, justo antes de tumbarse, asoman la aleta dorsal, y cortan el agua. Al no tener escamas en su piel y ser, a la vez, rugosa como una piedra, es uno de los peces más colonizados por copépodos del plancton, y por infinidad de parásitos que mueren fuera del mar.
Por eso, si hoy sale el sol en la costa de Granada, el pez luna subirá a la superficie, hasta que su piel parezca la de un satélite sin agua y sin vida.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 11-6-2001
Fondo de Artículos
de la Naturaleza de
aceytuno.com
Mónica Fernández-Aceytuno