Por las plumas y plumones, como si acabara de volar del nido, estaba este escribano soteño en mitad del camino, justo en el espacio que dejan sin pisar las ruedas.

Pese a que se han tenido que dar de alta como autónomos muchos cabreros siguen apacentando su rebaño por lindazos y cañadas.
Joaquín
Pese a que se han tenido que dar de alta como autónomos muchos cabreros siguen apacentando su rebaño por lindazos y cañadas. Este rebaño vuelve a la Puebla de Cazalla tras pastar rastrojos de girasol.
Joaquín
Joaquín