Me llama la atención cómo defienden sus flores los cardos.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
10:32 Así de claro está hoy el día. Un día para estar afuera.
Pero antes de irme, aquí dejo otro de los artículos que voy archivando. Sé que voy contra mi misma y mi criterio de ir contando las cosas según sucedan (lo del cuervo plateado lo vi el viernes) pero es así como voy ordenando en este instante las cosas, y en ARTÍCULOS DE NATURALEZA, y ahí en MAMÍFEROS, voy a guardar ahora mismo “EL LOBO PATERNAL” escrito en otro mes y en otro año.
Feliz día y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
EL LOBO PATERNAL
Hay dos tiempos en la vida de los lobos.
Uno en el que están criando, desde mayo a octubre y, como las rapaces alrededor del nido, no se mueven casi de las madrigueras. Y otro tiempo más nómada, que es el que comienza ahora. Al analizar los datos que acaba de obtener Juan Carlos Blanco, experto en lobo, tras seguir por GPS los pasos de un macho marcado en Valladolid, se han obtenido dos grandes zonas separadas entre sí doce kilómetros, por las cuales se mueve este lobo: de día en un monte de matorral y encina, donde se refugia y duerme; y de noche, junto a un pueblo maderero, como si el malo de los cuentos siguiera sin poder seguir viviendo sin los buenos.
Asegura Blanco que, de todos los mamíferos, el lobo es uno de los que más sentido paternal tiene, no sólo hacia sus propios cachorros, sino a los de toda la manada, a los que guía, alimenta, cuida y enseña, lo cual es raro en los machos de otras especies de carnívoros.
En estos días neblinosos hay huellas de lobo a la orilla del lago de Sanabria. No me cuesta imaginarles bebiendo de noche, tranquilizando el adulto con su mirada al lobezno que se ve por vez primera, entre la borra de la niebla, en el agua del lago.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 29-11-2004
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