La casa era antigua pero la reforma, que fue total, es decir, con madera nueva y tratada, tiene solo cinco años por lo que cabe deducir que las termitas no fueron eliminadas con la reforma, al fundar sus colonias en los suelos blandos.
El primer indicio de su presencia fue hace unas semanas, cuando una viga empezó a mostrar un color extraño, y al hundir en ella un atornillador, se vio que estaba completamente hueca, y que lo único que habían dejado las termitas, como la cáscara de una fruta, era la parte de madera que estaba impregnada en barniz.
Sus dueños aseguran que, de noche, se oía como si hubiera ratones, pero eran las termitas royendo la madera, quién sabe si, además, hay carcoma obstinada, cuyo ruido es aún más sonoro, parecido al de un reloj haciendo tic-tac.
Dicen que las termitas se trasladan de una casa a otra en veinticuatro horas, que son como las palomas, que las echas de un sembrado y se posan tranquilamente en el de al lado.
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