El ruido que hacen las libélulas con las alas es muy sonoro para lo frágiles que parecen: son como la piel de un tambor.
Así de inocente y florecido estaba, bajo el sol saliendo entre el humo, un fresal silvestre esta mañana en las Fragas del Eume.
Así de inocente y florecido estaba, bajo el sol saliendo entre el humo, un fresal silvestre esta mañana en las Fragas del Eume.
AUTORA: Mónica Fernández-Aceytuno
www.aceytuno.com