Esta tarde me hizo una consulta Mónica sobre el empleo, como adjetivo, del término “encamado”.

encamado término incorporado hoy al diccionario

Esta tarde me hizo una consulta Mónica sobre el empleo, como adjetivo, del término “encamado”. Cuando le contesté me acordé que tenía una vieja foto de un trigo encamado. La busqué, tuve la suerte de encontrarla, la escaneé y, al verla, me gustó tanto que decidí comentarla.

La foto es de 1996 pero no la tenía fechada. Por el estado del trigo y por no haberse levantado todavía el plástico que protegía el algodón del fondo, debe ser de finales de abril o primeros de mayo. El trigo estaba buenísimo. Se había sembrado en una parcela del Toleíllo lindando con Malapié que durante siete años había mantenido una pradera de riego consumida a pico por una piara de vacas limusinas. La tierra estaba pues descansada y con un buen nivel de materia orgánica. Desgraciadamente después de encamarse no levantó cabeza y la cosecha fue muy pobre.

A la vista de la imagen se me ocurren otros comentarios. En primer lugar, el trigo se parece al oleaje de un mar embravecido rompiendo en la Lanzada. Es una foto estática y sin embargo parece que tiene movimiento. En segundo lugar, un par de aspectos de carácter agronómico que me interesa resaltar. Se trataba de un trigo blando, que había ahijado muy bien y que tenía un elevado número de espigas. Todavía no había encañado. Sus tallos herbáceos no tenían la rigidez suficiente para mantenerse erguidos soportando el peso de las espigas, que estaban ya a más de medio grano, y mucho menos el del agua de lluvia acompañada de un fuerte viento.

En la diagonal que va desde la izquierda a la esquina del fondo, el trigo está más encamado. A mi modo de ver se debe a dos circunstancias: por un lado el efecto linde que se produce en el borde de las parcelas, cuyas plantas se desarrollan siempre con más vigor, y por otro lado a que el centro de las calles por donde la abonadora reparte el nitrógeno de cobertera habitualmente recibe un poco más de abono, alargando el ciclo del trigo y por lo tanto retrasando el encañado. Si tuviera una foto de la totalidad de la parcela podríamos distinguir perfectamente las calles recorridas por la abonadora, con el trigo en el suelo y, en las lindes, el trigo en pie.

Joaquín

Sevilla, 16 de mayo de 2012

Ayer fue San Isidro, el patrón de los agricultores

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