Al mirar la rampa de piedra cubierta y descubierta por las mareas, en un día tan soleado, pensé que el Sol es otra marea, que viene y se marcha.
MF-A
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9:56 La foto está hecha ayer por la tarde en la playa de Covas que junto con la de Ponzos y la de San Jorge, es una de las playas más bonitas del mundo. Precisamente por estas flores, que nacen entre la arena de las dunas.
Pinchando sobre la foto, además de la flor, se ve el fruto en cápsula, cuyas semillas, rodeadas de una suerte de esponja negra que flota, se desplazan con las mareas y se dispersan de esta manera por el mundo.
Imagino que, al igual que los cocos, lleva la semilla dentro la ración de agua necesaria para germinar en otras dunas, adonde acceden, desde la orilla, tal vez con la ayuda de las gaviotas.
Sin embargo el nombre de cebolla de las gaviotas yo creo que está más relacionado con el bulbo de la planta, que se ancla de tal manera bajo la arena que no hay forma humana de desarraigarlo una vez que ha prendido en la duna cuya arena, a su vez, sujeta la planta para que no se vaya con el viento.
Pero ayer no soplaba ni un nudo de viento mientras se veía en el cielo una nube de hormigas voladoras, esa generación sexual que sólo vuela unas horas y cuyo vuelo precede a las tormentas o a la lluvia, aunque la tarde estaba tranquila, el mar como un plato y las gaviotas volando al atardecer hacia el oeste, para dormir hacia el sol que se ponía.
Feliz día y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
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