No sé por qué se me ha dado a ver las costuras del paisaje, elementos que chirrían en los ojos como una falta de ortografía.
MF-A
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Igual que se cubre de flores el barro cuando los caballos se marchan, sucedería en la ciudad, si faltáramos. Observo, al atardecer, dos hilos de la Virgen, con los que se dispersan los arácnidos, volando desde un semáforo. La ciudad es un campo habitado.
De mi blog de Naturaleza en ABC.es
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Al final de cada “hilo de la Virgen” hay una araña recién nacida, como hay un niño al final de una cometa. Este hilo es el primero que fabrica la araña con las glándulas hilanderas y espera a que el Sol arranque las corrientes térmicas al suelo para alejarse del lugar donde ha sido alimentada -boca a boca en ocasiones- por su madre.
Más de la mitad de las dos mil especies de arañas que viven en España utilizan este método de dispersión…leer más…
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Gracias por estar aquí conmigo,
Mónica Fernández-Aceytuno
@aceytuno en Twitter
FOTO DE ARCHIVO: Hilos de la Virgen volando desde el prado.
AUTORA: MF-A
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