Puntuales, habrán emergido de la tierra mientras yo no estaba.

MF-A

Imagino que cuando regrese a casa estarán ya florecidos entre la hierba los cólquicos de otoño (Colchicum autumnale), violetas como un campo de azafrán floreciendo. Puntuales, habrán emergido de la tierra mientras yo no estaba.

De mi blog de Naturaleza de ABC.es

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Para quien nunca haya visto un campo de azafrán le recomiendo que no deje de ver esta maravillosa foto de la recolección del azafrán en Villafranca de los Caballeros (Toledo).

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Es curioso porque este verano estuve muy cerca fotografiando en una laguna toda suerte de aves y me quedé con la idea de volver algún día con mi marido para recorrer despacio aquellas tierras que tanto me gustaron. Puede que no haya mejores fechas que éstas que coinciden con uno de los trabajos más hermosos del campo: la recolección de la rosa del azafrán.

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Aunque recuerden en el color y la forma, nada tiene que ver el cólquico con el azafrán (Crocus sativus), son dos especies distintas y la flor de otoño, el cólquico, es tan tóxica que en los prados ni siquiera la tocan las vacas, de ahí, quizás su pervivencia. Luego hay una tercera especie similar, la llamada quitameriendas, Merendera montana, que salía tras las lluvias que al final de la recolección estropeaban la merienda para celebrarla.

Aún así pocas cosas me siguen asombrando tanto como ver emerger los cólquicos de la tierra casi en el mismo día del año, como si contaran las vueltas que da el mundo.

Muchísimas gracias por vuestra participación, y hasta mañana,

Mónica Fernández-Aceytuno

@aceytuno en Twitter

FOTO DE ARCHIVO: Cólquico

AUTORA: MF-A