En la Parroquia de San Sebastián, en la madrileña calle de Atocha, gracias a la humedad de la pared del campanario, viven los ombligos de Venus.

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En la Parroquia de San Sebastián, en la madrileña calle de Atocha, gracias a la humedad de la pared del campanario, viven los ombligos de Venus.

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En la Parroquia de San Sebastián, en la madrileña calle de Atocha, gracias a la humedad de la pared del campanario, viven los ombligos de Venus.

Del ombligo de Venus (Umbilicus pendulinus) escribe el Dr.P. Font Quer en el Dioscórides renovado que: “Se cría en los muros y en las rendijas de las piedras, pero quiere mirar al Norte, es decir, le gusta vivir a la sombra”.

Y el campanario de esta parroquia no sólo da al Norte, sino que, por alguna razón, se acumula aquí el agua, alimentando a una planta que sólo he visto en lugares muy lluviosos, también entre las piedras y, en ocasiones, sobre el musgo de los troncos del ameneiro, el aliso, a la orilla del río.

Es curioso que también reciba el ombligo de Venus los nombres vulgares de oreja de abad, de monje y de fraile.

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Mi afectuoso saludo,

Mónica Fernández-Aceytuno

FOTO: Ombligos de Venus sobre la pared del campanario de la Parroquia de San Sebastián (Madrid, 27-1-2013)

AUTORA: MF-A

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