Aunque hace días que están galardonados los laureles con sus propias flores blancas, y están ya las rosas creyendo que siempre serán rosas, no hay nada hoy como los olivares florecidos, verdiblancos de esperanza en el mejor aceite del mundo.
De “Todos los aceytunos”, que sigo incorporando al archivo.
La foto es del laurel florecido que hay en los jardines de la iglesia de Santa Bárbara de Madrid, hace unos días.
Mi afectuoso saludo,
Mónica
aceytuno.com
P.S. Por cierto, como adelantó Ricardo con un correo, han llegado a Madrid los vencejos, ¿alguien más los ha visto?
MF-A