¡Qué suerte he tenido! Es lo primero que me dije cuando al hacer la fotografía de aquello que veía como un pequeño bulto oscuro sobre la hoja del seto del jardín pude comprobar de lo que se trataba.
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós

¡Qué suerte he tenido! Es lo primero que me dije cuando al hacer la fotografía de aquello que veía como un pequeño bulto oscuro sobre la hoja del seto del jardín pude comprobar de lo que se trataba.
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós

¡Qué suerte he tenido! Es lo primero que me dije cuando al hacer la fotografía de aquello que veía como un pequeño bulto oscuro sobre la hoja del seto del jardín pude comprobar de lo que se trataba. Una araña saltadora acababa de cazar una mosca, y era tal lo concentrada que estaba en sujetarla para así poder clavarle sus quelíceros e inocularle su veneno paralizante, que me permitió acercar la cámara sin que echara a correr, que es lo que normalmente hacen estas arañas en cuanto atisban una sombra extraña.

A esta pequeñísima araña -de unos cuantos milímetros- no le hace falta construir una telaraña para capturar a sus presas, aunque bien es verdad, que para pasar la noche teje con sus hilos de seda un pequeño refugio a modo de capullo.

Por su afición a las moscas se la conoce también como “arañas caza moscas”, pero si tiene cualquier otro insecto distraído a su alcance, nunca le hacen ascos.

Es muy rápida en sus actuaciones y capaz de saltar más de lo que conseguiría un buen atleta, pues puede alcanzar distancias de hasta cincuenta veces su tamaño.

Siempre al acecho y escondida entre las hojas o las flores casi no se la ve; pero ella sí que todo lo percibe pues cuenta con un sistema que todo lo siente –su cuerpo está recubierto de sedas tubulares táctiles-, y que todo lo ve, pues con sus ocho ojos, cuatro laterales y otros tantos frontales de mayor tamaño y con capacidad giratoria -los centrales parecen dos teleobjetivos- nada se puede escapar a su gran campo visual. Está comprobado que puede distinguir imágenes relativamente nítidas y se cree que también puede distinguir colores.

Esta araña, que pertenece a la familia de los Saltícidos, puede presumir de ser uno de los más eficaces depredadores.

Isabel Fernández Bernaldo de Quirós

FOTO: Araña saltadora

AUTORA: Isabel Fernández Bernaldo de Quirós

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