Este es el único árbol que tengo a mano, un granado que, al menos, está plenamente florecido en lo alto de una terraza, y que además es, para el CSIC, su símbolo, el árbol de la ciencia.
La foto es de hoy al amanecer, cuando todavía se puede respirar afuera. Cuánto echo de menos la sombra de los castaños, no quiero ni pensar que estén florecidos, exhalando ese olor tan dulce y fresco que dan en junio, sin que yo esté allí para apreciarlo.
Con este calor, me quiero ir al norte como las mariposas.
Así acaba el artículo que escribí ayer para el ABC de papel de hoy titulado “La plaga”. Bajo al kiosko dentro de un rato. Mientras, os dejo con otro artículo sobre una plaga de langostas que escribí para una quinta de ABC en el año 2004.
Buen sábado,
Mónica
En el Sáhara, tras la gran sequía de 1957, se produjo en el 59 una plaga en Villa Cisneros. Para poder caminar, había que salir a la calle con raquetas de tenis, dando reveses a cada paso. En un instante, el poco verdor de las taljas, que son unos árboles africanos, desapareció en cuestión de segundos…Leer más del Fondo de Artículos de aceytuno.com LA PLAGA NATURAL
Mónica Fernández-Aceytuno