Y yo me pregunto, ¿es un sembrado de cereal ese campo, que aún se ve el surco del arado como una
Cuando nos íbamos del Retiro, dos Pitos Reales nos llamaron la atención por el sonido que emitían desde lo alto de un plátano de sombra.
Pilar
Ayer tuve la gran suerte de estar en la Feria del Libro de Madrid firmando ejemplares de mis libros. Fue un día intenso y feliz y a ello contribuyeron muchas circunstancias.
Una de ellas fue conocer en persona a Isabel Fernández Bernaldo de Quirós, que se acercó a saludarme por la mañana, y a Mónica Fernández-Aceytuno que se pasó por la tarde. Gracias a las dos.
Pero el colofón a tan feliz día lo puso, por supuesto, la naturaleza. Cuando nos íbamos del Retiro, dos Pitos Reales nos llamaron la atención por el sonido que emitían desde lo alto de un plátano de sombra. Uno dentro del agujero de su nido, el otro en un árbol de enfrente, recortándose su silueta con el sol del atardecer.
Pocas veces he visto estas aves, y me alegré mucho de que despidieran un día que fue para mí tan especial.
Un saludo.
Pilar.
Pilar