Igual que no desaparecen bajo el agua las huellas de una garza, tampoco el rastro, bajo el mar, del arenícola marina.

Mónica Fernández-Aceytuno

Igual que no desaparecen bajo el agua las huellas de una garza, tampoco el rastro, bajo el mar, del arenícola marina.

Mónica Fernández-Aceytuno

Me quedé sorprendida el otro día al comprobar que igual que no desaparecen las huellas de una garza en su escaparate de agua, así se conserva el rastro del arenícola cuando sube la marea.

En la imagen, los ovillos de arena de su rastro con una suerte de embudo que es el que indica que el Arenicola marina está justo debajo en su galería con forma de “U” bajo la arena y el agua.

Buen domingo,

Mónica

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