El otoño está siendo extraordinariamente seco y en la mayor parte de Andalucía todavía no han nacido los cereales de invierno.

Joaquín

Hace un par de meses las matapulgas eran las únicas hierbas verdes en lindes y acirates. Ahora ya han terminado su ciclo y, cargadas con decorativos amentos, presentan el aspecto de la imágen adjunta.

El otoño está siendo extraordinariamente seco y en la mayor parte de Andalucía todavía no han nacido los cereales de invierno que, sembrados en seco, esperan pacientemente la lluvia para germinar, lo mismo que las matapulgas y las demás hierbas adventicias. En la Epístola del domingo pasado, el Apóstol Santiago nos decía que “el labrador aguarda paciente el fruto de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía”. El labrador es un hombre paciente pues es un hombre de fe y de esperanza. Hace falta tener mucha esperanza para sembrar en las condiciones en las que se ha hecho este año. Todavía no hemos llegado al punto de no retorno y si se cumplen las previsiones y llueve el día de Navidad, en muy pocas semanas los campos se vestirán de verde.

Quería comentar la foto de las matapulgas y me he liado con lo de la sequía. He preguntado a viejos agricultores y nadie me ha podido aclarar por qué a la Pulicaria paludosa se le llama en unos sitios matapulgas y en otros hierba piojera. Quizás hace años sus infusiones se emplearan como insecticida. Un viejo canónigo, de cuando en los seminarios se estudiaba latín, me dio una pista: “en latín, pulga se dice pulex”. Con esta pista me fui a mi diccionario de inglés donde encontré una perla. Pulicarius significa “flea like”, que se puede traducir como “parecido a una pulga”, pero lo verdaderamente interesante es que en el sudoeste de los EEUU se llama “Spanish false fleabane”, es decir, “falso matapulgas español”. Se me ha hecho muy larga esta Nota. Quiero llamar la atención sobre una sóla cosa más. En los últimos años las matapulgas se están extendiendo con gran velocidad. Es una especie muy agresiva, quizás más que los célebres pinitos (conyza) cuya invasión está dando tanta lata.

Un abrazo fuerte y feliz Navidad para todos. Ojalá llueva.

Joaquín