Ficus del Parque de la Pirotécnia, en Sevilla, con una diminuta persona caminando bajo su sombra. Observa el lector la importancia que para algunos árboles ha tenido crecer al abrigo de los militares o de los monjes.
10:41 Ha amanecido un día neblinoso, y los eucaliptos se ven al fondo, como fantasmas entre la niebla, como si saliera humo blanco de sus copas, con las hojas del castaño ocres a punto de caer, cayendo en este instante.
10:42 Este tiempo, es el que le gusta a mi madre, neblinoso y templado. A mi padre, empero, le gusta el sol y el frío.
Voy ahora a Madrid a buscarles. Cuando vengan, no sé qué tiempo quisiera que hiciera.
Feliz día y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
P.S. Antes de irme, dejaré en el TABLÓN DE LOS LECTORES, una barca hundida.
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