9:59h Parece verano. El viento del sur se ha detenido para quedarse y, acabado el carnaval, parece fiesta, y los campos de grelos empiezan a florecer de amarillo como si supieran que ya no hacen falta para las laconadas.

18:51 Lo primero que he visto a mi regreso es que las hojas se han caído ya casi todas. Ver el suelo lleno de hojas me hace sentir como si tuviera una fortuna, por haber plantado yo estos árboles, como si cada hoja fuera un billete.
Pues es cuando se les caen las hojas, cuando se ven cuánto tenían en sus ramas estos árboles, y cuánto más darán con el crecimiento del año que viene.
Al principio no cubrían más que su propia sombra, y ahora llenan de hojas hasta la tierra que no es suya.
Feliz día y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
P.S. La foto es de esta tarde, entre el sol y la sombra, sobre el liquen amarillo que ha medrado sobre la rama herbosa de un ombú. Bajo la rama seca desenfocada y borrosa, se ven, ampliando al pinchar sobre la fotografía, unos puntos anaranjados que son los apotecios que contienen los propágulos del liquen.
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