He hecho esta foto hace solo unos días en el lago Der, al norte de Francia, donde las grullas pasan durante la migración.
Alain Balthazard
Alain Balthazard
y tras dejar aparcado un Fiat de cincuenta años, literalmente, cincuenta, y tras casi matarse al bajar y no ver dos escalones que hay a la entrada de la casa, me preguntó que dónde escribía y yo no hice más que darle largas porque no me atrevía a decirle que escribía, como cenicienta, en la cocina. Me encantaba. Ahora pienso que no tendría que haber salido de aquí nunca, pues es la habitación más caliente de la casa y desde donde se observa la estrategia que siguen un petirrojo y un tordo para comerse las migas, y también una pareja de arrendajos muy tímidos que aún no he conseguido fotografíar de cerca.
Buscan por el suelo, bajo las ramas, entre las hojas, bellotas y castañas caídas. Dicen que las esconden en otoño, que hacen despensas y que luego, cuando ya casi no quedan, regresan para pasar con ellas el trago del frío.
Tiene que haber hoy hielo sobre la mesa de mi despacho, allí arriba. Por eso he regresado hoy, como un arrendajo, a mi cocina.
Feliz día y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
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Esoy escribiendo en la cocina, como en los viejos y primeros tiempos, sobre la mesa de castaño. Me acuerdo una vez cuando vino por aquí un conde que tenía once lugares en esta aldea,