Igual que no desaparecen bajo el agua las huellas de una garza, tampoco el rastro, bajo el mar, del arenícola marina.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Es un contraste precioso, este de las plumas del dorso con las del pecho, mientras busca alimento entre las algas que tienen, al sol, sobre la roca, el mismo verde seco de sus patas, plumas y pico.
Feliz tarde y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
No lo había visto jamás, hasta esta tarde, el verde arenoso de las plumas, el pico y las patas del andarríos chico, y lo blanco que es por debajo.