Ha llovido en estos días de buen tiempo (Benavente decía que el buen tiempo era el tiempo propio de su tiempo).
“Buenas tardes Mónica:
Nuevamente me permito hacerle llegar a través de ésta, otros episodios
acaecidos en mis andanzas por los campos, observando los caprichos de las
aves y otros habitantes de la naturaleza.
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“Buenas tardes Monica:
Nuevamente me permito hacerle llegar a través de ésta, otros episodios acaecidos en mis andanzas por los campos, observando los caprichos de las aves y otros habitantes de la naturaleza.
Hoy le voy a comentar sobre las andanzas del gorrión.Considero sin duda que es el más pillo de todos sus congéneres de igual tamaño. Como ya se sabe habita en cualquier lugar de la Península y casi siempre próximo al hombre, bien sea en ciudades o campos donde existen casas o núcleos de casas de labor agrícola. Naturalmente el gorrión se acerca al hombre poque se alimenta
de todo lo que éste consume, desde un guiso de
cuchara hasta un postre de helado o dulce, todo le viene bien.
Ya he dicho que es muy pillo y además muy listo. Pero su manutención, naturalmente la mezcla con los frutos del campo bien sean cereales o cualquier fruta madura que esté a su alcance, que son todas y de cualquier variedad.
Destaco aquí un producto alimenticio que vuelve locos a la mayoría de los pájaros entre los que se cuenta también el gorrión, que son las
hormigas de alas; estos insectos que suelen salir de su habitáculo de tarde en tarde vuelan
disparados en vertical hacia el cielo y como digo, son el mayor disfrute para infinidad de
aves por su sabor al capturarlas. Comprendo que debe ser un plato tan sabroso que lo disfrutan comiendo con verdadera fruicción.
Aparte de lo anterior y como curiosidad, también comprobé una vez, que un gorrión se había engullido entera una chicharra y que le cantaba dentro del estómago por donde el pájaro se movía.
También le relato un caso más penoso por lo que creo que sucedió y es el siguiente: Uno de estos pajarillos herido, tenía medio cuerpo descarnado por la parte de atrás como comido por el mal que
le iba arrebatando poco a poco su cuerpo, sin duda era un “cáncer”.
Existen otros gorriones que llaman africanos por ser más pequeños que nuestros autóctonos pero tienen el mismo tipo de pluma y colores. A estos
nunca los he visto en ciudades, sí en el campo y anidando en huecos de troncos de árbol.
El gorrión como vamos comentando, casi siempre está cerca del hombre, así que sus nidos los hacen en las casas con tejas tradicionales para anidar debajo y aprovechan también cualquier
grieta u hoquedad en torreones, paredes viejas, etc…No desprecia hacer nidos en arboledas con troncos viejos que están huecos, como por ejemplo en el Retiro de Madrid. Lo más
chocante que me tropecé de estas avecillas, fué comprobar que habían hecho dos nidos en un olivo.
Y como estos pájaros no tienen costumbre ni arte para su confección, habían instalado una cantidad de ramajes y brozas que el
diámetro de su abultado volumen superaba los quince centímetros, ¡inaudito!.
No quiero omitir un relato que corresponde a la excelente memoria o instinto de estas aves.
Hace más de cincuenta años un cazador disparó sobre un pino que todas las tardes rebosaba
de gorriones para pasar la noche; desde esa
fecha no he vuelto a ver un sólo gorrión posarse en dicho árbol y me pregunto
¿cómo se han transmitido las generaciones siguientes la prohibición de regresar al árbol?
¿no es un misterio?.
Para terminar este relato la más simpática para mí es la siguiente: estando yo apoyado en el quicio de la puerta de la casa en el campo, observé en el tejado de enfrente una pareja de gorriones.El macho imploraba a la hembra
que se acercase y viese el nido que le había preparado debajo de una teja dos metros más abajo
y haciéndole arrullos a su amada una y otra vez para se acercase y visitara su nuevo hogar.
Ella muy digna e impasible no se movía de su sitio hasta que cansada de ver la insistencia de su pretendiente,decidió dar un vuelo y se posó a la puerta del nido, girando la cabeza a la derecha para verlo con el ojo izquierdo y luego en el sentido inverso para verlo con el derecho.
Parece ser que ya convencida le dijo a su
pareja, ¡Vale!, ¡bien!, me gusta mucho pesado que eres un pesado! y él sin pensarlo más se
subió y bajó de ella más de veinte veces seguidas, o sea que copularon hasta el fin.
En esos momentos alguien me llamó y la pareja alzó el vuelo y yo me quedé pensando que en aquellos diez minutos este par de enamorados
sellaron su historia de amor. Supongo que continuaron su romance en su nido bajo la teja, y es que en el amor hasta esta pareja de
gorriones también tuvo sus ratitos de felicidad ¿no?.
Deseo que le guste esta historia.
Reciba un cordial saludo,”
*****
AUTOR DE LA FOTO: F.CÁMARA ORGAZ
CENEAM-MMA
Gorrión molinero
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Nuevamente me permito hacerle llegar a través de ésta, otros episodios
acaecidos en mis andanzas por los campos, observando los caprichos de las
aves y otros habitantes de la naturaleza.
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