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Buenos días. Esa rama recta, grisácea, y áspera que se ve bajo este gorrión que ayer se posó en el saúco,

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Buenos días. Esa rama recta, grisácea, y áspera que se ve bajo el gorrión que ayer se posó en el saúco, da una vara tan hueca que se podría mirar a través de ella el mundo.

Y sin embargo, cuando se corta y se clava en la tierra, con su círculo de aire entre sus paredes vegetales curvas, da sin ningún problema otro saúco, cuyas hojas aserradas, verdes y nuevas del año, se pueden observan también en esta fotografía.

Huelen estas hojas de una manera muy singular, pero lo más curioso es que sus tallos estén huecos, y quizás por este aspecto de la planta, las varas de las hadas de los cuentos están hechas con estas varas de saúco, aunque a mí, lo que me parece de verdad digno de la magia, es que habiendo sido podados los saúcos, sus varas tiradas sin más en un montón donde se acumulan las podas y se enredan las correhuelas ahora secas, hayan conseguido brotar este año sin estar siquiera unidas a la tierra, con lo que les quedaba de vida en esa suerte de catalejo que es su tallo para ver el mundo.

Feliz día y hasta mañana,

Mónica Fernández-Aceytuno

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