Cerrar los ojos y no ver nada, sólo escuchar el ruido de las olas.
Carmen Alidea
Carmen Alidea
11:07
Crónica de Pilar de Cáceres
No ha podido comenzar mejor la primavera.
Ayer sábado tuvimos otra jornada de campo inolvidable.
No es posible contar aquí todo lo que vimos y oímos, la naturaleza en efervescencia.
El campo cubierto de lirios; el nido del Carbonero Común en el viejo agujero de la morera que utilizó otro año un pájaro carpintero; las golondrinas construyendo su nido en el porche de la casa; los críalos llenando el aire con su reclamo escandaloso; la Garza Real sobre las aguas del pantano, que parecía una balsa; el Pico Picapinos volando al atardecer; el ulular del Búho Real cuando ya había anochecido; el cielo lleno de estrellas…
Sin embargo, hubo tres acontecimientos sobresalientes.
El primero, las orquídeas florecidas del género Ophrys (posiblemente O. tenthredinifera).
El segundo, el encuentro con la mayor mariposa nocturna europea, el Gran Pavón de Noche (Saturnia pyri).
Y el tercero, sin duda el más emocionante, el descubrimiento de un nido de Mito (Aegithalos caudatus) en lo alto de una encina, perfectamente camuflado con los líquenes que cubrían su tronco.
Magnífico comienzo de primavera.
La naturaleza siempre nos depara las mejores sorpresas.
Un cordial saludo.
Pilar de Cáceres.
Crónica de Pilar de Cáceres:
No ha podido comenzar mejor la primavera.
Ayer sábado tuvimos otra jornada de campo inolvidable.