UNA MAÑANA DE CIGÜEÑAS
por Juan Carlos Delgado Expósito
17 de Mayo.
Estoy en el poblado de Brovales, nacido al amparo del río y embalse del mismo nombre, por aquello del Plan Badajoz, ya saben de regadíos va la cosa. El caso es que esta mañana el cielo aparece totalmente cubierto, pero a lo largo de la mañana se van abriendo claros y llega un momento que el sol no se aguanta, lo que son las cosas. En la Iglesia del pueblo hay hasta cinco nidos de cigüeña blanca, dos en el tejado y tres en la torre. En uno de los nidos del tejado hay un pollo bastante emplumado, muy adelantado, en el otro nido no observo ninguno, no se quizás los pollos estén ahí agazapados, en los nidos de la torre solo veo un pollo en el nido más alto, en el resto tampoco observo ninguno.
Un paisano que me ve en la calle observando los nidos con mis prismáticos me mira raro, a saber lo que pensará. En el nido más alto construido como ven en la foto de manera muy curiosa, y laboriosa, porque no me digan para sujetar el nido en semejante sitio, pero lo que no consigan las zancudas, hay un pollo que está siendo alimentado por los adultos.
En la fotografía también se aprecia como aparece a la izquierda una cigüeña volando y la del nido está en guardia, y es que compruebo más tarde que este ejemplar que está volando, no pertenece a este nido, así que el propietario se pone algo nervioso y entablan un pequeño altercado. Pero todo se tranquiliza cuando llega el segundo propietario del nido con alimento para el pollo o los pollos ¿. Ahora una señora sale a la calle y también me mira con desconfianza, por lo demás el pueblo está tranquilo hoy Domingo.
Enfilo la carretera hacia Burguillos del Cerro población algo mayor, y en la orilla de la carretera se encuentra una perdiz común, muy quieta, me llama la atención su comportamiento. Más adelante un ratonero está posado en un poste y algo más allá una urraca también descansa u otea el terreno posada así mismo en otro poste. Algunos kilómetros más adelante un alcaudón común está muerto en la orilla de la carretera, victima de algún choque con un vehículo.
Ya en Burguillos del Cerro, con su castillo en lo alto de una sierra, me paro ha observar el nido de cigüeñas del convento de las Esclavas, eso reza al menos en una placa de la puerta, como digo observo el nido con un adulto y un pollo; al poco se posan en una antena dos cernícalos primillas, una hembra y un macho, este intenta copular pero parece que a la hembra no le hace mucha gracia y se marchan ambos, son las once y treinta minutos. El reloj de la torre principal hace sonar la campana, indicando esa hora. Un estornino entra rápido con comida en el pico en un hueco del tejado, donde estarán los pollos esperando impacientes.
Un hombre se asoma a la puerta de su casa y me mira con curiosidad, la calle por lo demás está tranquila, huele a Domingo, algunas señoras pasan acicaladas, parece que van en dirección a la iglesia. Los gorriones comunes se mueven ruidosos en los tejados y entre el nido de la cigüeña, donde tienen a su vez instalados ellos sus nidos. Los vencejos comunes alborotan esta tranquila mañana con sus carruseles aéreos y yo disfruto como una cigüeña en un charco.
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UNA MAÑANA DE CIGÜEÑAS, por Juan Carlos Delgado
Expósito. 17 de Mayo. Estoy en el poblado de Brovales, nacido al amparo del río y